Erica Lemke afirma que nuestra sexualidad forma parte de nuestra salud integral, y que no podemos tener un bienestar integral si carecemos de expresión sexual. Habla de la vergüenza social que rodea a la sexualidad desde la infancia y de que la mayoría de la gente se ha visto afectada por ella, razón por la cual hay altos niveles de disfunción sexual en algunos adultos. Según Erica, la sociedad debería darnos permiso para ser seres sexuales, que es como nacemos. Su hija es modelo para adultos y dice que está orgullosa de ella porque hace lo que le gusta. Como sexóloga, Erica observa que las mujeres parecen luchar más por no sentirse empoderadas para expresar o buscar su placer. Erica cree que las modelos demuestran mucho valor y poder en la forma en que han tomado el control de su placer y del placer de los demás. Cree que los miembros se involucran en el trabajo sexual como medio para ser vistos y escuchados.